¿Te imaginas un mundo en el que no existiera el arte? El otro día me llegó esa pregunta a la cabeza y un poco me explotaron las ideas, tuve una imagen plana de la existencia, no solo por que la vida sería insípida por todo lo que el arte puede representar en cuanto a nuestro cotidiano, sino también el cómo atravesar la vida sin tener la necesidad y la capacidad de crear, de expresar nuestros adentros más allá de las palabras, o simplemente, de gozar lo que el arte nos aporta.
No digo que sin el arte la vida acaba, estoy consciente de que el arte no es el ombligo de nuestra existencia, sin embargo sí lo considero un pasajero importante en este viaje que llamamos vida. ¿Te imaginas tu vida sin música, sin libros, sin danza, son imágenes, sin películas, sin museos...?

Más allá de todas las aportaciones estéticas y de lenguajes expresivos que el arte puede aportarnos, como el simple hecho de salir a la calle y encontrarlo manifestándose en muchos sentidos. El arte tiene la capacidad de tocar y transformar múltiples aspectos de nuestra experiencia humana, desde lo sensorial y emocional hasta lo intelectual y lo social, sin olvidar la posibilidad de registro histórico y cultural.

Sin el arte nuestra expresión sería limitada, careceríamos de creatividad no solo para expresar nuestras emociones o sensaciones que tenemos sobre el mundo, sino a nivel innovación tecnológica. La vida quizás sería más monótona pues gracias al arte se favorece la manifestación de la diversidad cultural enriqueciendo nuestros entornos y nuestros sentidos.
Desde el ámbito intelectual y social el arte nos permite desafiar nuestras ideas, fomentar la reflexión y estimular nuestra capacidad de análisis crítico en un contexto cultural y creativo como herramienta para la transformación social y como vía para el autoconocimiento y desarrollo personal.

¿y tú como crees que sería el mundo sin arte?